Residuos orgánicos

Residuo orgánico: todo desecho de origen biológico, que alguna vez estuvo vivo o fue parte de un ser vivo, por ejemplo: hojas, ramas, cáscaras y residuos de la fabricación de alimentos en el hogar, etc.

Por ello en este trabajo le damos la importancia que tienen estos residuos que es el de otra manera de energía renovable. Hay que buscar cualquier opción para llevar a cabo un desarrollo sostenible. El siguiente trabajo que nos han mandado es realizar un informe de una central de biometalización por desgracia esta fábrica ya no está porque se quemó.

sábado, 1 de marzo de 2008

A nivel nacional

En la actualidad España es pionera en energías renvobables como ya he citado en el artículo anterior.

El mar, última frontera de las energías renovables
PARTE DEL PAISAJE. Aerogeneradores cerca de la costa de Whitstable, en la costa de Kent, al suroeste de Inglaterra. / AFP
La
creación de parques eólicos marinos ha quedado desbloqueada por el Gobierno, pero hará falta superar muchos prejuicios para materializarlos.

ARACELI ACOSTA

Los molinos de viento están a punto de hacerse a la mar. A falta de que se cierre definitivamente el Estudio Estratégico Ambiental del litoral español, que clasifica las áreas marinas en zonas aptas, de exclusión y con condicionantes ambientales para la instalación en ellas de parques eólicos marinos, una veintena de proyectos esperan la autorización para plantar sus aerogeneradores en el mar. Mientras en el norte de Europa ya están a pleno rendimiento algunas de estas instalaciones, en
España no se espera que empiecen a funcionar antes de 2012. Además del lugar donde se van a ubicar, estas infraestructuras son bastante más complejas y caras que las instaladas en tierra.

El Gobierno desbloqueó la instalación de parques eólicos marinos en nuestro litoral a través de la publicación el pasado 1 de agosto de un Real Decreto. Se regulaban así, por primera vez, los procedimientos para promover un parque eólico marino y las condiciones que éstos deben reunir. De este modo, el Ejecutivo abría la puerta por primera vez a este tipo de generación eléctrica con la regulación de los procedimientos para la obtención de las autorizaciones.

Sin embargo, hacía falta aún delimitar en qué zonas del litoral podían instalarse estas infraestructuras y en qué volúmenes. Se estudiaron 4.000 kilómetros de costa para buscar los enclaves idóneos y el resultado es el Estudio Estratégico Ambiental del litoral español, cuyo objetivo es determinar «las zonas de dominio público marítimo terrestre que, sólo a efectos ambientales, reúnen condiciones favorables para la instalación de parques eólicos marinos».


73 áreas eólicas

La zona de estudio corresponde a una «franja litoral de 24 millas trazadas desde las línea de base recta» y contempla un total de 73 áreas eólicas marinas, que se clasifican en zonas aptas, de exclusión y con condicionantes ambientales. No obstante, Jaime Alejandre, director general de Calidad y Evaluación Ambiental, recuerda que «la clasificación de una zona como apta no exime de la realización y aprobación de los correspondientes estudios de impacto ambiental posteriores, y si éstos fueran negativos el proyecto sería rechazado».

«En nuestra costa ­justifica Alejandre­, donde además de tráfico marítimo, hay rutas migratorias clave para aves, bancos de pesca, yacimientos... por eso, se han restringido bastantes las zonas aptas». Aún así, el director general de Calidad y Evaluación Ambiental considera que «los promotores (de los proyectos) están satisfechos con las zonas propuestas y con los plazos, pues en este momento nadie tiene la capacidad para poner en marcha un parque de este tipo mañana mismo». Respecto a lo se
gundo, todos los sectores implicados en este asunto están de acuerdo, pero respecto a las zonas propuestas como aptas no todos coinciden. Así, la Asociación Empresarial Eólica explica que la mayor parte de proyectos en tramitación están en zonas con condicionantes, al tiempo que se queja de que una zona muy prometedora para las empresas energéticas, que era el Delta del Ebro, ha sido considerada no apta.

Y es que, a pesar de que el informe de caracterización del litoral aún no está aprobado definitivamente, hay proyectos sobre la mesa desde hace meses. No en vano, la implantación de los aerogeneradores en el mar representa en la actualidad uno de los mayores retos para la continuación del desarrollo de la industria eólica europea.

En este sentido, España dispone de 4.872 kilómetros de costa, donde el viento sopla con más fuerza y más constancia que en tierra, y es el segundo país europeo productor de energía eólica. Por tanto, es lógico que las empresas empezaran a tomar posiciones hace tiempo.

Por eso, algunos de los proyectos que se estaban tramitando ahora se encuentran con que están en zonas no aptas. Es el caso de un proyecto de Capital Energy, una empresa de energía eólica ligada a la promotora ACS y que ha presentado alegaciones a la propuesta de caracterización del litoral, cuyo proyecto frente al Delta del Ebro, desde que se conoció en 2004, ha provocado una gran resistencia entre ecologistas, pescadores y población de la zona, por tratarse de un área con gran cantidad de aves. Ahora, el Ministerio de Medio Ambiente entiende que es una zona a proteger pues alberga humedales de importancia internacional.

También de esta promotora es un proyecto frente a la costa de Vinaroz
(Castellón), que ha suscitado el rechazo de las cofradías de pescadores de la zona, que temen perder sus áreas de pesca. Esto es lo que ha motivado fundamentalmente que tanto la Cofradía de Pescadores de Vinaroz como el Partido Vinaroz Independiente presenten alegaciones al documento ministerial. Los pescadores de Cádiz, Barbate y Conil de la Frontera, y algunos ayuntamientos de la zona, también presentan su desconformidad con algunos proyectos cerca del Estrecho, como el presentado por Acciona.

Poca profundidad

Pero no son las únicas dificultades que encuentra en su desarrollo este tipo de energía. Los costes de construcción son superiores en el mar, aunque también lo es la producción de energía. El propio Estudio Estratégico Ambiental del litoral español prevé que la potencia media de los parques eólicos marinos cuadruplicará la de los parques terrestres, que suele ser de 25 MW, aunq
ue el mínimo de potencia exigida por decreto es de 50 MW para cada una de las instalaciones de generación eólica marina.

Sin embargo, la tecnología actual sólo permite instalar parques eólicos marinos en zonas con profundidades inferiores a 20 metros, una característica que escasea en el litoral español. Las zonas donde la profundidad del mar es menos elevada y, en consecuencia, tienen un coste de instalación menor de las torres que soportan los molinos se sitúan en el este y sur del país.

Según los datos facilitados por Medio Ambiente, las propuestas en tramitación se sitúan en Cádiz, Huelva, Almería, Murcia (La Manga), Castellón, Tarragona, Galicia y Canarias.

Y es que la ubicación de los parques eólicos en el mar exige una mayor complejidad constructiva, sobre todo en lo que se refiere a la cimentación de los aerogeneradores en aguas profundas. Las torres de los aerogeneradores requieren de una cimentación cuya dificultad y coste de construcción aumentan a medida que el proyecto se va alejando de la costa y crece la profundidad marina.

El estudio del litoral prevé que los aerogeneradores sean mucho más grandes que los de tierra. Según afirma el documento, las palas tendrán 45 metros de largo y la torre se levantará 80 metros sobre la superficie marina.

Además, y de acuerdo con la información recogida de proyectos marinos ya construidos en otros países, tanto las inversiones como los costes de operación y mantenimiento llegan a duplicar los valores alcanzados en los parques en tierra. Pero el escollo más importante para el desarrollo de esta energía es la falta de infraestructuras eléctricas. Es necesaria una red eléctrica con nudos de evacuación para la energía producida, capaz de soportar una inyección tan importante de potencia.

En los últimos años, los parques eólicos ubicados en el mar para aprovechar la energía renovable del viento (conocidos internacionalmente como off shore) se han ido desarrollando en el norte de Europa, principalmente en Dinamarca y el Reino Unido. En 2006 había instalados 700 MW en el mundo, de los cuales 400 estaban en Dinamarca, 250 en el Reino Unido ­que creció mucho el año pasado y cuyo último proyecto aprobado
es uno en el estuario del Támesis­, y el resto repartido entre Suecia, Holanda e Irlanda. Un estudio de la Comisión Europea calculó que España podía tener 25,52 gigavatios de potencia instalada en 2020, el doble de la que actualmente hay en eólica terrestre, mientras que, según un estudio bastante optimista de Greenpeace, en España sería posible crear por este medio 25.000 megavatios de potencia hasta 2030, evitando la emisión anual de unos 25 millones de toneladas de CO2.

Sin embargo, pese al triunfalismo de las primeras cifras, el desarrollo de esta tecnología en nuestro país será a medio plazo. No será antes de 2012 cuando empiecen a funcionar los primeros parques en España, aunque la Asociación Empresarial Eólica considera que hasta 2020 no alcanzaremos la velocidad de crucero. Ese año, y según sus previsiones, podrían haberse instalado ya los 4.000 MW de potencia.


Después de este artículo cabe destacar la utilización de energías renovables en España. Este gráfico realizado por Greenpeace muestra la utilización de estas energías en España en la actualidad. Podemos observar como la eólica y la solar
son las más utilizadas, ya que son las que mas se están implantando y las que mejor funcionan. Esto se debe, a que tenemos algunos puntos altos en nuestra geografia y de las horas de sol que tenemos en nuestro país.

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